MÚSICA JUVENIL: ¿ARTE O CONSUMISMO?
En nuestra sociedad encontramos gran variedad de
jóvenes, distintos en su personalidad, pero afortunadamente, iguales ante Dios;
quienes habitan en un mundo agobiado por el consumismo y la inmediatez, donde
intentan satisfacer sus más profundos deseos sin detenerse por un momento para
cuestionarse si realmente aquello que hacen es bueno y verdadero para su
construcción personal. Iniciemos hablando acerca del concepto de música, concebida anteriormente como un equilibrio, la unión de opuestos, que ahora, se ha degradado con su malinterpretación para fines grotescos en canciones promovidas por el género urbano en la ciudad de Medellín, específicamente el llamado reggaetón, el cual se ha convertido en un pretexto para liberar la conducta de los jóvenes. Siendo el reggaetón, por ejemplo un género musical urbano de gran trayectoria a nivel mundial, su ritmo y compás suelen ser atractivos para el oído humano y despertar gran interés a nuestros sentidos frente a éstos.
Pero,
¿acaso quienes escuchan atentamente su letra, son conscientes de su doble sentido
de interpretación? Este
tipo de música, realmente atenta contra la dignidad del ser humano y en
especial, contra la concepción de música que pueda tenerse. Debido a que considera
a quienes cantan o bailan dichas “melodías” -si así puede llamársele- como
promiscuos o incitadores al sexo. Algunas
personas, dirán que este acto debe ser normal al momento de hablar de él. Sin
embargo, en la realidad actual, cada vez más incitan a que los jóvenes, a
través de esta música decidan tener
relaciones sexuales a temprana edad. Pareciera
como si aquellos que promueven el ámbito depredador y salvaje en las canciones
del reggaetón intentaran que el ser humano sólo fuese percibido como un animal,
tal como el biólogo francés Jacques Monod, (1970) cuando publicó su obra El azar y la necesidad, identifica
claramente al ser humano con el animal, es decir, no expresa que el hombre
tiene una mayor dignidad sino que éste sólo se diferencia del animal en que
posee más capacidades físicas, por tanto es superior. De esta manera, se elimina toda posibilidad de trascendencia, viviendo únicamente para el
aquí y el ahora e impidiendo referentes
morales. Asimismo expresa una reducción del hombre a lo biológico, igualándolo
con el animal.
Paralelamente,
un psicólogo del siglo XX, llamado Skinner, planteó que el ser humano sólo era
un cuerpo capaz de realizar comportamientos, donde la dignidad no vale y surge
a raíz de esto, un grave conductismo. De
acuerdo a ésto, es posible que aquellas personas mencionadas anteriormente,
traten de divulgar un reduccionismo en el hombre y posteriormente no es ajeno
encontrarse hoy en día con corrientes como las que nos heredaron aquellos
biólogos que concebían al hombre como un animal. Posiblemente, por esta razón
es que los nuevos géneros musicales se han visto afectados. O si intentan
generar un tipo de conductismo en la persona, cada que escuche estas letras,
acompañadas de una buena música, hará lo que allí le pidan porque, aunque para
muchos esto suela ser ridículo y que la letra de las canciones es independiente
a su ritmo, es completamente falso. Prueba de ello es que algunos estudios
científicos como la musicoterapia, han demostrado que el cerebro humano es
sumamente sensible ante el compás de la música, lo que allí exprese, dicho
constantemente puede quedar grabado en tu memoria, también puede ayudarte a
superar depresiones, o si no, ¿cómo explicas que cuando te sientes triste, lo
primero que haces es refugiarte en la música?
Teniendo
en cuenta que cada ritmo escuchado tiene la oportunidad de formar nuestra
personalidad, es importante prestar atención al tipo de música que escuches, porque éste puede convertirte en una persona de nobles sentimientos, tierna y
solidaria. O, por el contrario, puede hacerte una persona violenta, agresiva e
impaciente.
Antiguamente, la música intentaba expresarle a la sociedad los conflictos o problemas políticos económicos, entre otros. Que se generaban en determinado contexto histórico. El rock and roll, por ejemplo. Ahora, la música ha cambiado enormemente su interpretación y desafortunadamente ha sido reutilizada para fines reduccionistas del ser humano. Sabemos que el hombre no es sólo sexo, también es amor, es bien, es espiritualidad, es armonía, en síntesis, el hombre puede ser música, pero no la música que colocan en discotecas, Frases como “metelo, papi, metelo”, “A Ella Le Gusta Sentir El Roce En La Falda ...De Nalga Con Bicho Bicho Con Nalga”, NO, eso no es música, la música es el arte del equilibrio, de la justicia, mas no del reduccionismo. Canciones que hablen sólo de sexo, no merecen ser consideradas como música. Porque la música es un todo.
De acuerdo a lo anterior, se ha llevado a la
sociedad a que piense en la música como un factor degradante en la vida que
alimentan los jóvenes. Nuestros padres se preocupan cuando sus hijos asisten a
una fiesta, sencillamente porque saben y son conscientes de la clase de música
que nos han enseñado a bailar. Pero, sencillamente, a los jóvenes podría hacerles una pregunta: ¿Saben realmente, por qué
escuchan aquella música? Y su respuesta sería, para muchos: “Porque me gusta”,
“porque a mi novio(a) le gusta”, etc. En
fin, no tienen argumentos sólidos y convincentes para escoger aquel género,
simple y llanamente han optado por salir de sus hogares, bailar, embriagarse,
únicamente por hacer lo que “mis amigos” hacen. Pero, ¿Por qué no, comenzar a apreciar la música desde su
belleza, armonía y equilibrio? En lugar de pensar en la música e inmediatamente
referirla al reduccionismo humano, como si fuésemos seres depredadores,
cavernícolas que únicamente esperamos el cuerpo de la otra persona. Afortunadamente, el hombre es muchísimo más
que sólo cuerpo. Somos unidad bio-psico-espiritual y debemos luchar cada día
por fortalecer cada uno de aquellos aspectos.
Y tú, mujer, ¿Consientes o admites que un hombre baile reggaetón contigo, aun
sabiendo que éste lo único que espera de ti es el sexo? ¡Valórate!,
no permitas semejante atropello a tu dignidad de mujer femenina. La dignidad sí
es importante, o si no, dónde queda cuando bailas y cantas este tipo de
canciones que -si prestas atención-, sólo hablan de que la mujer es un objeto sexual, una cosa de la cual el hombre utiliza y tira cada que su ánimo se lo aconseje. Definitivamente,
debemos aprender que todo tiene su relación, el hecho no es que si te gusta la
música y no la letra de aquella música, no te importará y seguirás escuchando
su ritmo. Lamento informarles que, gracias a el tiempo que llevo estudiando la
música desde su belleza, armonía, lenguaje pleno y equilibrado del hombre; me
he dado cuenta que todo, absolutamente todo tiene relación. Es decir, si
escuchas el reggaetón, el rock, el pop o cualquier género musical de tu gusto;
quiere decir que aceptas la letra que su ritmo contiene. De lo contario,
reduciríamos el concepto pleno de la música. Ésta es lenguaje, y como sabemos,
el lenguaje es expresión del alma, se encuentra acompañado de nuestros
sentidos. Sin éstos no podríamos efectuar una buena comunicación. Así que es lo
mismo con la música, no reduzcas su verdadero significado.